El parlamentario autonómico nacionalista y presidente del Cabildo de Lanzarote y La Graciosa resalta que “sus criadores podrán acceder de esta forma a las mismas subvenciones y ayudas que se conceden al resto de especies productivas, lo que favorecerá la conservación de esta raza autóctona en peligro de extinción”
Lanzarote, 26 de junio de 2024.- El diputado del Grupo Nacionalista Canario (CC) y presidente del Cabildo de Lanzarote y La Graciosa, Oswaldo Betancort, ha defendido este miércoles en el transcurso del pleno que celebra el Parlamento de Canarias la consideración del camello canario como especie ganadera productiva por parte del Gobierno autonómico.
Con la adopción de esta medida –según explicó– “los criadores de camello canario podrán acceder a las mismas subvenciones y ayudas tipificadas para todas las especies ganaderas productivas, lo que sin duda favorecerá la conservación de esta raza autóctona de nuestro Archipiélago catalogada en peligro de extinción”.
En su intervención, Betancort aludió a “motivos históricos y culturales” para alentar a “que se sigan haciendo los esfuerzos necesarios para no perder esta especie”, y como ejemplo citó la aprobación en 2015 del programa de cría y del libro genealógico destinado a su conservación propuesto por la Asociación de Criadores de Camello Canario, integrada por camelleros de Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife.
“Sustento de muchas familias”
En este contexto resaltó “el fuerte vínculo que el camello canario tiene con la agricultura y el paisaje de las islas, como sucede por ejemplo con el de La Geria”; y subrayó que la especie ha adquirido “otros valores que justifican su conservación al representar el medio de sustento de muchas familias de criadores y trabajadores encargados de los paseos en camello que se ofrecen a los turistas en las Montañas del Fuego del Parque Nacional de Timanfaya”.
Una actividad -prosiguió- “no exenta de ataques en los últimos tiempos, tal vez por el desconocimiento que se tiene sobre la realidad de este animal fuera de nuestro Archipiélago, pues no en vano esa reconversión de su labor hacia el turismo es la que en gran medida ha permitido la conservación de la especie y que el Vallito de Uga, en Yaiza, concentre la cabaña camellar más importante de Europa en cuanto a conjunto de ejemplares, criadores y exportadores”.
Por todas esas razones, a las que añadió además “el potencial productivo de los camélidos y las beneficiosas propiedades de la leche de camella”, Oswaldo Betancort estimó “más que justificado que el camello canario sea considerado como especie ganadera productiva y pueda acceder así a las subvenciones y ayudas previstas para estas especies, lo que favorecería la conservación de esta raza autóctona en peligro de extinción”.