Artículo de opinión
Pedro San Ginés. Portavoz Adjunto del Grupo Nacionalista CC-PNC en el Cabildo de Lanzarote
Que desde un gabinete institucional, como es el Gabinete de Prensa del Cabildo de Lanzarote, se aplaudan en notas de prensa oficiales las triquiñuelas del tránsfuga de libro Juan Manuel Sosa para retrasar el pronunciamiento de los tribunales sobre su expulsión, no puede considerarse sino una auténtica vergüenza y anomalía democrática que atenta directamente contra la dignidad de la institución de la que tanto presume Dolores Corujo, pero que tanto desprestigia con sus acciones.
Estamos hablando de algo muy serio: hay un señor perpetrando todo tipo de artimañas para eludir a la justicia, mientras toda una presidenta pone a su disposición (además de servicios jurídicos externos contratados para defenderle, como ya acreditaré) nada menos que al departamento de comunicación de la institución, para que todo el mundo sepa lo contento que está el PSOE porque el consejero tránsfuga que les sostiene en la Presidencia sigue logrando eludir la acción de la justicia. ¡Tremendo!
No es la primera vez que esta presidenta hace un uso partidista de esta herramienta institucional dejando patente además que está encantada de que desde esa institución que preside, el Cabildo de Lanzarote y La Graciosa que pagamos todos los lanzaroteños, se esté haciendo proselitismo del transfuguismo que sostiene al gobierno y aplaudiendo las argucias jurídicas de Juan Manuel Sosa para evitar que los tribunales ratifiquen su expulsión del Grupo Nacionalista (CC-PNC).
Para quienes no han seguido el culebrón (me hago cargo de que esto aburre), la última argucia a la que hago referencia consistió en una denuncia en el juzgado de lo penal —ya archivada— que puso Sosa contra todos los consejeros de CC, pero que paralizaba el pronunciamiento en el Juzgado de lo Contencioso sobre el fondo de la cuestión, sólo porque el archivo de dicha denuncia aún no es firme y esto es lo que aplaude el gabinete del Cabildo en dos notas de prensa consecutivas.
Lo grave, grotesto y paradójico de todo este transfuguismo indecente, es que el pleno del Cabildo con la mayoría del gobierno que se sustenta en el propio tránsfuga, haya impuesto a CC que un miembro del gobierno siga siéndolo del Grupo Nacionalista, que está en la oposición.
Que me expliquen cómo pueden sostener que no estamos ante un caso de transfuguismo de manual, y lo peor es que sigue cobrando su sueldo íntegro del Gobierno de Canarias, sin tener derecho a ello desde que no es portavoz del Grupo Nacionalista.
Quiero aclarar que lo único que ha dicho el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) es que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo, donde se dilucida la expulsión de Sosa, no puede resolver sobre dicha expulsión hasta que el archivo de su denuncia por la vía penal no sea definitivo, y no lo es simplemente porque este “señor” recurrió dicho archivo, precisamente para evitar el pronunciamiento de los tribunales. Una pescadilla jurídica que se muerde la cola para que esto se resuelva cuando ya Corujo haya culminado su mandato en minoría sustentada en un tránsfuga.
En definitiva, un enredo jurídico diseñado con el apoyo de la presidenta del Cabildo, y aplaudido desde su gabinete de comunicación y por todo el aparato propagandístico y mediático del PSOE, sin que aquí pase nada.
Resulta indigno que una institución democrática presuma de que funcione la estratagema de un tránsfuga —que en realidad es la de todo el gobierno incluido PODEMOS— para que los tribunales no puedan pronunciarse sobre su transfuguismo porque se saben un gobierno ilegítimo en minoría, que para desgracia de la ciudadanía de Lanzarote y La Graciosa ha paralizado a la institución.